El Art Nouveau, también conocido como Modernismo, es un movimiento artístico que surgió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Este estilo se caracteriza por buscar la originalidad y la innovación a través de la experimentación con formas, líneas y colores modernos y extravagantes.
Este movimiento artístico se origina en Francia, a partir de la obra del artista Hector Guimard, quien diseñó las célebres entradas del metro de París. Desde allí, el Art Nouveau se extendió por toda Europa, convirtiéndose en un fenómeno cultural de la época.
La principal característica del Art Nouveau es la exaltación de la naturaleza, por lo que las formas orgánicas, las flores y los animales son fundamentales en sus diseños. Asimismo, se destaca el uso innovador de los materiales, como el hierro, el vidrio y la cerámica, y la combinación de elementos modernos con lo antiguo.
En cuanto a la arquitectura Art Nouveau, se destacan las fachadas de edificios con decoraciones hechas con mosaicos, vitrales, curvas y ondulaciones, lo que aporta una gran sensación de dinamismo y movimiento. En el interior de los edificios, también se pueden encontrar muebles y objetos de decoración con un diseño muy original, siguiendo el estilo Art Nouveau.
El Art Nouveau representó un cambio revolucionario en la historia del arte, ya que propuso nuevas formas y estilos que marcaron el comienzo de la modernidad. Este movimiento influyó en distintas disciplinas, como la arquitectura, el diseño gráfico, la moda y la joyería, entre otras.