Con la llegada del invierno, es común que se filtre el frío a través de las puertas de nuestra casa, provocando una sensación incómoda y aumentando el consumo de calefacción. Afortunadamente, existen diferentes soluciones que pueden ayudarnos a evitar este problema.
Una opción eficaz para evitar que entre frío por la puerta es colocar una cortina gruesa o un burlete en la parte inferior de la misma. Estos elementos actúan como una barrera física, impidiendo que el aire frío se filtre al interior de la casa. Además, también son útiles para evitar la entrada de polvo y ruidos exteriores.
Otra alternativa interesante es utilizar cintas adhesivas de doble cara para sellar las rendijas en la puerta. Estas cintas son fáciles de aplicar y proporcionan un aislamiento adicional, evitando el paso del frío hacia el interior. Además, se pueden encontrar en diferentes tamaños y materiales, adaptándose a cada tipo de puerta.
Si la puerta es antigua o presenta un desgaste mayor, puede ser necesario cambiar las juntas de goma o los perfiles de sellado. Estos elementos suelen deteriorarse con el paso del tiempo, lo que permite que el frío se cuele por las grietas. Reemplazarlos por nuevos garantizará un mejor aislamiento térmico.
En el caso de las puertas correderas, se pueden utilizar cortinas de aire para evitar la entrada de frío. Estos dispositivos crean una barrera invisible de aire caliente, impidiendo que el aire frío penetre en la estancia. Estos sistemas pueden ser automáticos o manuales, y son especialmente eficientes en zonas de mucho tránsito.
Además de estos consejos, es importante recordar que mantener las puertas cerradas cuando no se está utilizando una habitación también ayudará a mantener el calor en el resto de la casa. Además, un correcto aislamiento en ventanas y paredes también contribuirá a evitar la entrada de frío.
Existen diferentes palabras para referirse a lo que se coloca en las puertas para evitar el ingreso del frío. Una de ellas es el "burlete". Este dispositivo, generalmente hecho de goma o silicona, se coloca en el marco de la puerta y tiene la función de sellado, evitando el paso del aire frío hacia el interior de la vivienda.
Otro término utilizado es la "goma burlete". Esta tira de goma o silicona adhesiva se coloca en el borde de la puerta para aislar del frío y del ruido. Su instalación es sencilla, ya que basta con despegar el adhesivo y pegarla en el marco de la puerta.
Además de los burletes y la goma burlete, también se puede mencionar el "felpudo". Este objeto, generalmente fabricado con fibras de coco o caucho, se coloca en el umbral de la puerta y tiene la función de limpiar los zapatos antes de ingresar a la vivienda, evitando así que se arrastren partículas de suciedad o humedad que puedan generar frio.
La respuesta es un burlete, que se coloca en el marco de la puerta para evitar la entrada de aire. Los burletes son tiras de espuma o goma que se adhieren al borde de la puerta y se ajustan al cerrarla, creando un sello hermético.
Estos burletes son muy útiles en invierno, ya que ayudan a mantener el calor dentro de la casa y a ahorrar energía en la calefacción. También son útiles en verano para evitar la entrada de aire caliente del exterior y mantener el ambiente fresco.
Existen diferentes tipos de burletes, algunos se instalan en el marco de la puerta y otros se colocan en la propia puerta. Además, se pueden encontrar burletes simples o dobles, los segundos son más efectivos para evitar la entrada de aire.
Es importante elegir un burlete adecuado al tamaño de la puerta y asegurarse de que esté correctamente instalado para que cumpla su función de aislamiento térmico. Además, es recomendable revisar periódicamente el estado del burlete y reemplazarlo si muestra desgaste o deterioro.
En resumen, los burletes son la solución ideal para evitar la entrada de aire en las puertas y mantener un ambiente confortable en el hogar. Con su instalación adecuada, se puede mejorar el aislamiento térmico y ahorrar energía en la climatización del espacio.