Los bichos son atraídos por la luz porque la utilizan para orientarse en la oscuridad, pero hay ciertos tipos de luz que no les atraen.
Para empezar, las luces amarillas son una buena opción porque tienen una longitud de onda más larga, lo que hace que los insectos no las detecten con tanta facilidad.
También hay luces LED especiales que emiten una longitud de onda que es menos atractiva para los bichos y que, por tanto, no los atraen tanto como las luces tradicionales.
Finalmente, las luces con filtros anti-insectos también son útiles porque limitan la emisión de luz en las longitudes de onda que los insectos pueden ver.
En resumen, si quieres reducir la cantidad de bichos que se congregan alrededor de tus luces, considera cambiar las bombillas a las opciones mencionadas anteriormente.
Investigaciones recientes han demostrado que ciertos tipos de luz son más efectivos para repeler insectos que otros. En general, se ha encontrado que las luces con longitudes de onda más cortas, como la luz azul y la violeta, son menos atractivas para los insectos que los colores más cálidos, como el amarillo y el rojo.
Una posible explicación es que los insectos están programados para ser más atraídos por las luces cálidas, que simulan los colores de las flores y frutas que les gustan. En contraste, una luz fría y azul podría ser más confusa para los insectos, ya que no se parece a ningún alimento en particular.
Además, los insectos también son más sensibles a la intensidad de la luz que a su color. Una luz más brillante, ya sea en un espectro cálido o frío, atraerá a más insectos que una luz tenue. Por lo tanto, es importante seleccionar una luz suficientemente brillante para mantener a los insectos alejados.
En resumen, si quieres ahuyentar a los insectos, opta por luces de longitud de onda más corta, como la luz azul, y asegúrate de que sea lo suficientemente brillante para cumplir su propósito. No hay necesidad de preocuparse por tu propia comodidad, ya que estos tipos de luz son igualmente efectivos para iluminar el área sin atraer a los insectos no deseados.
Los insectos son seres que se sienten atraídos por la luz, especialmente durante la noche. Es común ver cómo muchos de ellos se congregan alrededor de una bombilla mientras revolotean frenéticamente a su alrededor. Sin embargo, existe un tipo de luz que no los atrae de la misma forma que la luz blanca convencional: la luz amarilla.
La razón por la cual la luz amarilla no atrae a los insectos se debe a que su espectro de luz es mucho más bajo que el de la luz blanca. Esto quiere decir que emite menos rayos de luz azul, que es lo que los insectos ven con mayor facilidad y los atrae a la fuente de luz.
Pero esta no es la única ventaja de la luz amarilla. También es beneficioso para los humanos, ya que es menos invasiva y menos disruptiva para el sueño. La exposición prolongada a la luz blanca, especialmente en la noche, puede afectar nuestro ritmo circadiano y dificultar el descanso adecuado.
Por esta razón, muchas personas optan por instalar luces amarillas en sus jardines para evitar la invasión de los insectos y tener un ambiente más relajado para disfrutar al aire libre. Estas luces están también disponibles en varios tonos y grados de intensidad para elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades de cada persona.
Los mosquitos son insectos pequeños y molestos que pueden arruinar cualquier momento al aire libre. Sabemos que estos insectos son atraídos por la luz, sin embargo, ¿sabes qué tipo de luz odian los mosquitos?
Los mosquitos odian la luz brillante y directa, por eso se mantienen alejados de las lámparas de luz blanca. Las luces LED son una buena opción para mantener alejados a estos insectos, ya que éstas no emiten demasiado calor y no son tan brillantes como las luces blancas.
Por otro lado, las luces amarillas y naranjas son las más efectivas a la hora de repeler a los mosquitos. Al parecer, estos insectos tienen una vista muy diferente a la nuestra, por lo que no pueden detectar ciertas longitudes de onda de la luz. Es aquí donde entra en juego el color amarillo y naranja, ya que para los mosquitos son sumamente molestos y no suelen acercarse a este tipo de luces.
Además de las luces, hay otros factores que pueden atraer a los mosquitos, como el calor corporal y el dióxido de carbono que emitimos al respirar. Así que, si quieres evitar que estos insectos te molesten, asegúrate de tener luces amarillas o naranjas y evitar el exceso de calor y movimiento.