Para Alvar Aalto, la arquitectura es mucho más que el simple diseño de espacios. La arquitectura es vista por el famoso arquitecto finlandés como una "armonización de la función y la forma".
Es decir, la funcionalidad de un edificio está en un equilibrio constante con su estética y diseño. Aalto también cree que la arquitectura debe ser ergonómica, es decir, que debe estar diseñada en función de cómo las personas utilizan los espacios y cómo afectan a los sentidos humanos.
Otro aspecto clave en la visión de la arquitectura de Aalto es la importancia de la naturaleza y su inclusión en los diseños arquitectónicos. El finlandés cree que la naturaleza es una fuente inagotable de inspiración, por lo que se deben incluir elementos naturales en el diseño de un edificio, incluyendo la luz, la sombra, las texturas y los colores naturales.
Finalmente, para Aalto la arquitectura es una forma en la que se puede mejorar la calidad de vida de las personas. Cada edificio debe ser diseñado pensando en su impacto en la comunidad y cómo puede proporcionar un valor añadido a la vida de las personas que lo utilizan.
Alvar Aalto fue un arquitecto y diseñador finlandés que se destacó en la arquitectura moderna del siglo XX. Su estilo se caracteriza por ser funcionalista y tener una gran sensibilidad hacia el entorno natural.
Aalto utilizaba materiales tradicionales como la madera y el ladrillo, y los combinaba con elementos modernos como el vidrio y el acero. Además, su uso del color y la luz también eran elementos importantes en sus diseños, creando una experiencia sensorial única en sus edificios.
Otra de las principales características de la arquitectura de Alvar Aalto es su compromiso social y su preocupación por el bienestar de las personas que habitan sus edificios. Él creía que la arquitectura debía ser accesible para todos, y diseñaba sus edificios teniendo en cuenta las necesidades de la comunidad y del medio ambiente.
En resumen, la arquitectura de Alvar Aalto se caracteriza por ser funcionalista, tener sensibilidad hacia el entorno natural, utilizar materiales tradicionales combinados con elementos modernos, utilizar el color y la luz de manera adecuada, tener un compromiso social y preocupación por el bienestar de las personas.Le Corbusier es considerado uno de los arquitectos más importantes del siglo XX y su pensamiento ha influenciado a generaciones posteriores de arquitectos. Para Le Corbusier, la arquitectura era la combinación perfecta entre arte y ciencia. La definía como "el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz".
Según Le Corbusier, la arquitectura debía de ser funcional antes que estética, lo que se traduce en la famosa frase "la forma sigue a la función". Esto significa que el diseño de un edificio debe estar enfocado a cumplir su propósito y no a ser simplemente bonito o decorativo. Le Corbusier creía que la arquitectura debía estar al servicio de la sociedad y resolver los problemas que enfrentaba en la época moderna.
Otro aspecto importante que Le Corbusier consideraba fundamental en la arquitectura era el uso de nuevos materiales y tecnologías para construir. Creía que para enfrentar los desafíos de su época, era necesario utilizar nuevas herramientas y materiales, para crear edificios más económicos, eficientes y con un menor impacto ambiental.
En conclusión, para Le Corbusier, la arquitectura era una ciencia práctica, que debía estar al servicio de la sociedad y que debía utilizar nuevos materiales y tecnologías para construir. Y es que, sin duda, su legado en la arquitectura moderna sigue vigente y con gran influencia en la actualidad.
El humanismo en la arquitectura es un enfoque filosófico que se basa en la idea de que el ser humano debe ser el centro de todas las cosas. En la arquitectura, esta filosofía se destaca por la manera en que los edificios se diseñan y se construyen, buscando maximizar el bienestar y el confort de las personas que los utilizarán.
Este enfoque de la arquitectura busca crear espacios que no solo sean funcionales, sino también estéticamente agradables y cómodos para las personas que los utilizan. Además, el humanismo en la arquitectura destaca la importancia de la adaptabilidad de los edificios para satisfacer las necesidades cambiantes de la sociedad.
En la arquitectura humanista, se toma en cuenta la relación entre el espacio y las actividades que se realizan en él, de manera que se optimizan las condiciones para el uso humano. También se consideran elementos como la luz natural, la circulación del aire y la incorporación de espacios verdes para crear un ambiente saludable.
En conclusión, el humanismo en la arquitectura busca crear espacios que sean respetuosos con los seres humanos y su entorno. La arquitectura humanista busca la integración de diferentes disciplinas para crear edificios que sean duraderos, estéticamente atractivos y funcionales, y que sirvan a las necesidades cambiantes de la sociedad a lo largo del tiempo.
La arquitectura finlandesa destaca por su estilo minimalista, funcional y sostenible. A lo largo de la historia, muchos arquitectos finlandeses han dejado su legado en la construcción de edificios emblemáticos del país, pero uno en particular se ha convertido en el mayor icono y representante de esta disciplina.
Alvar Aalto es, sin duda, el arquitecto finlandés más conocido y reconocido a nivel internacional. Nacido en Kuortane en 1898, Aalto es considerado el padre del funcionalismo orgánico, una corriente que combina la funcionalidad de los edificios con su integración en el entorno natural.
Su trayectoria profesional se extiende desde los años 20 hasta la década de los 70 del siglo XX y su obra es muy amplia, abarcando desde viviendas unifamiliares hasta edificios públicos emblemáticos como la Biblioteca de Viipuri en Vyborg, Rusia, el Paimio Sanatorium o el Teatro Municipal de Essen en Alemania
Aalto también destacó por su labor como diseñador de mobiliario, creando piezas icónicas como la silla Paimio, la mesa Savoy o la lámpara A331.
Tras su muerte en 1976, se fundó la Fundación Alvar Aalto para preservar su legado, que incluye más de 200 edificios y un sinfín de objetos de diseño en Finlandia y otros países. La obra de Aalto sigue siendo un reflejo del compromiso de la arquitectura finlandesa con la funcionalidad y el respeto al medio ambiente.