El estilo Shaker es un estilo de diseño de interiores que se originó en el siglo XVIII en las comunidades religiosas conocidas como los "Shakers". Estas comunidades, también llamadas "The United Society of Believers in Christ's Second Appearing", eran un grupo religioso que buscaba vivir de manera simple y austera.
El estilo Shaker se caracteriza por la utilización de muebles y objetos funcionales, sin detalles ornamentales innecesarios. Los muebles son generalmente de madera, con líneas rectas y limpias. Las sillas, mesas y armarios shaker suelen ser reconocidos por su sencillez y belleza atemporal.
Una de las principales características del estilo Shaker es su enfoque en la funcionalidad. Los Shakers creían en la importancia de la utilidad y la eficiencia en la vida diaria. Por lo tanto, los muebles y objetos del estilo Shaker están diseñados para ser prácticos y útiles, evitando los adornos decorativos.
La simplicidad es otra característica clave del estilo Shaker. Los diseños shaker son minimalistas y sobrios, evitando cualquier tipo de ostentación. En lugar de ello, se enfocan en la calidad de los materiales y la habilidad artesanal. Esta simplicidad se refleja tanto en el mobiliario como en la paleta de colores, que suele ser neutra y tranquila.
El estilo Shaker también se destaca por su calidad artesanal. Los miembros de la comunidad Shaker eran conocidos por su habilidad en la carpintería y la fabricación de muebles. Las piezas shaker son cuidadosamente construidas y duraderas, hechas para soportar el paso del tiempo.
Hoy en día, el estilo Shaker sigue siendo apreciado por su elegancia simple y su enfoque en la funcionalidad. Aunque la comunidad Shaker ya no existe en su forma original, su influencia en el diseño de interiores perdura, inspirando a muchos a buscar la belleza en la simplicidad y la practicidad en su vida cotidiana.