David Hockney, uno de los artistas más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, tiene una visión muy particular sobre qué es el arte. Para él, el arte no es una cosa, sino un proceso que implica la exploración y la experimentación constantes.
El artista piensa que el arte debe ser una respuesta a lo que sucede en el mundo, y que cada artista debe encontrar su propia manera de transmitir su mensaje. Hockney cree que la tecnología ha cambiado mucho la forma en que se percibe el arte, pero que la creatividad sigue siendo esencial para hacer un buen trabajo.
Según Hockney, la pintura es su forma preferida de hacer arte, porque le permite explorar el mundo de una manera muy personal y única. Pero el artista también cree que el arte tiene que ser accesible para todos, y que el arte contemporáneo debe ser capaz de hablar a la gente de hoy en día.
En resumen, para David Hockney, el arte es un medio para conectarse con el mundo, para transmitir un mensaje y para dar expresión a la creatividad individual.