Los mastabas fueron las primeras estructuras funerarias utilizadas en el Antiguo Egipto. Estas consistían en una construcción rectangular de ladrillos de adobe o piedra, con una plataforma elevada que servía como base para el entierro del cuerpo del difunto.
Cada mastaba estaba formado por una serie de cámaras funerarias, donde se depositaban los restos mortales del fallecido, así como distintos objetos que se consideraban necesarios para su vida en el más allá. La decoración interior de estas cámaras funerarias era muy detallada y colorida, con escenas que representaban la vida cotidiana del fallecido y de su familia.
A medida que el tiempo pasaba, los mastabas se fueron evolucionado, y se convirtieron en estructuras más grandes y complejas, conocidas como pirámides. Sin embargo, los mastabas siguieron siendo utilizados incluso después de la construcción de las pirámides, sobre todo por las clases más pobres de la sociedad egipcia.
En resumen, los mastabas fueron la base de la arquitectura funeraria del Antiguo Egipto, y su influencia puede ser vista en muchas de las estructuras que se construyeron posteriormente, incluyendo las impresionantes pirámides.