Las sabanas son regiones de la Tierra que se definen por su clima y su paisaje subtropical, y se encuentran principalmente en el continente africano. El clima de las sabanas es subárido, es decir, se caracteriza por una alta temperatura y una baja humedad. La temperatura en las sabanas puede variar significativamente durante el día y la noche, con una media de 25°C durante el día y 15°C durante la noche.
Las sabanas tienen dos estaciones claramente definidas, que son la estación húmeda y la estación seca. Durante la estación húmeda, que suele ocurrir entre mayo y octubre, se registran las mayores lluvias y la temperatura es más baja debido a la nubosidad y la humedad. En cambio, durante la estación seca, que suele ocurrir entre noviembre y abril, hay muy poca lluvia y la temperatura puede llegar a ser muy elevada, con máximas de hasta 40°C.
A pesar de la alta temperatura, las sabanas son hábitats ideales para una gran variedad de animales, como leones, cebras, elefantes, jirafas y muchos más. Estos animales han desarrollado mecanismos para adaptarse a las condiciones climáticas de las sabanas, como la migración, el uso de agua y la búsqueda de sombra y comida en las horas más frescas del día.
En resumen, la temperatura de las sabanas es elevada durante el día y más baja durante la noche, y puede variar significativamente según la estación del año. Esto ha influido en la flora y fauna de esta región, lo que ha llevado a una adaptación de los animales y plantas a las condiciones climáticas de las sabanas, pudiendo sobrevivir en ellas a pesar de las altas temperaturas y baja humedad.