En primer lugar, la forma correcta de poner la mesa puede variar dependiendo del momento del día o del evento al que se esté asistiendo. Para un desayuno informal, se recomienda utilizar únicamente un plato, un vaso y cubiertos simples, mientras que para una cena formal se deberán agregar más elementos.
En segundo lugar, es importante considerar la manera en que se debe colocar cada elemento. Los platos se deben colocar en el centro de cada asiento, con los bordes alineados con el borde de la mesa. Los cubiertos se deben ubicar en el orden en el que serán utilizados, empezando por los situados más lejos del plato y acercándolos a medida que se acerca a éste.
Pensando en los vasos, se deben situar sobre el plato, a la derecha del mismo. El tenedor se coloca a la izquierda del plato y la cuchara y el cuchillo a la derecha. Además, el cuchillo se sitúa con el filo hacia el plato y la cuchara con la parte cóncava hacia arriba.
Por último, es importante recordar algunas consideraciones generales para poner la mesa de forma correcta. Se debe llevar a cabo con suficiente antelación para que no se genere retraso en el comienzo del evento y es importante verificar que todos los elementos estén limpios y libres de marcas de dedos o manchas. Un mantel limpio y planchado puede personalizar el espacio y brindar una experiencia más agradable a los asistentes.
Colocar los vasos y copas en la mesa puede parecer un acto sencillo, pero en realidad, ¡existen ciertas normas que debemos cumplir! En primer lugar, debemos tener en cuenta el tamaño y la función de cada recipiente.
Para empezar, los vasos de agua deben situarse en la parte inferior y central del plato, mientras que las copas de vino pueden colocarse por la derecha, ordenándolas en función de su contenido. Es decir, primero se coloca la copa de vino blanco, seguida por la de vino tinto y finalmente, la copa de champagne.
Es importante destacar que la posición de los vasos y copas en la mesa puede variar en función del tipo de evento que se celebre. Por ejemplo, en comidas formales, la copa de agua se coloca en el centro, en la parte inferior, seguida por la copa de vino tinto y luego la copa de vino blanco.
Por otro lado, el tamaño de los vasos y copas también debe tenerse en cuenta. Las copas de curvas amplias, como las de vino tinto, deben ser grandes, mientras que las copas de vino blanco son más pequeñas. Lo mismo aplica para los vasos, que deben ser proporcionales al tipo de bebida que se sirva y al tamaño de la mesa.
En resumen, si quieres sorprender a tus invitados, debes tener en cuenta no solo el sabor del menú sino también la forma en que se colocan los vasos y copas en la mesa. Presta atención al tamaño, posición y función de cada recipiente y así podrás garantizar una experiencia gastronómica elegante y sofisticada. ¡Buen provecho!
La colocación correcta del vaso de agua en la mesa es importante para tener una buena etiqueta y crear una sensación de orden y pulcritud.
Lo más común es que el vaso se coloque en la parte superior derecha del plato, cerca del comensal, pero sin obstaculizar el espacio para los cubiertos.
Es importante evitar colocar el vaso en el centro de la mesa, ya que esto dificultaría el paso de los platos y haría más complicada la tarea de servir. Por otro lado, tampoco debería estar demasiado lejos, ya que el comensal podría tener que estirar demasiado el brazo para alcanzarlo.
En resumen, la colocación del vaso de agua en la mesa debe ser cerca del comensal, en la parte superior derecha del plato, y sin obstaculizar el espacio para los cubiertos. De esta manera lograremos una mesa ordenada y una presentación elegante.
Cuando nos disponemos a servir una mesa, debemos tener en cuenta que hay un protocolo a seguir. Uno de los aspectos más importantes es saber por qué lado debemos atender a los comensales. En este sentido, podemos optar por servir por la derecha o por servir por la izquierda.
La opción de sirve por la derecha es la más común en países como España y Estados Unidos. En este caso, la persona encargada de servir debe colocar los platos y cubiertos a la derecha del comensal. De esta forma, puede retirar los platos sucios y los cubiertos ya utilizados de manera más eficiente, sin molestias para el comensal.
Por otro lado, servir por la izquierda es la opción más común en países como Francia y Reino Unido. En este caso, la persona encargada de servir debe colocar los platos y cubiertos a la izquierda del comensal, y retirarlos por el mismo lado. Esta opción también tiene sus ventajas, ya que se considera más elegante y es la más utilizada en cenas o eventos formales.
Es importante tener en cuenta que la elección de un lado u otro para servir mesa puede depender de variados factores, como la cultura del país al que pertenezcamos, el tipo de evento o reunión que estemos celebrando, o incluso la manera en que hayamos colocado la mesa. En cualquier caso, lo más importante es servir la mesa con orden y elegancia, ofreciendo un ambiente acogedor y agradable para nuestros comensales.
La servilleta es un elemento importante en la mesa, ya que nos ayuda a mantenernos limpios mientras comemos. Por esta razón, saber dónde colocarla es fundamental para mantener la etiqueta en la mesa.
Por lo general, se coloca la servilleta a la izquierda del plato, doblada o enrollada. En caso de utilizar un servilletero, este suele encontrarse en el centro del plato. De esta forma, la servilleta estará siempre a mano para usarla en cualquier momento durante la comida.
Es importante recordar que, una vez utilizada, la servilleta no debe volver a colocarse en la mesa. En su lugar, debe dejarse a un lado del plato o incluso en el regazo del comensal, aunque esta última opción dependerá del protocolo y la cultura de cada país.
Además, es buena práctica tener en cuenta que la servilleta no debe utilizarse para limpiar la boca o la nariz, ya que para eso existen los pañuelos de papel. La servilleta se utiliza únicamente para secar las manos o limpiar algún derrame que ocurra durante la comida.