Las casas de la selva reciben diferentes nombres dependiendo de la región y el país en el que se encuentren. En algunos lugares se les llama "malocas", mientras que en otros se conocen como "bohíos" o "ranzas". Estas viviendas son construidas por las comunidades indígenas que habitan en las zonas selváticas.
Las malocas son típicas de la Amazonía y de algunas zonas de América Central. Se caracterizan por ser estructuras amplias y de forma circular, construidas generalmente con materiales naturales como madera y hojas de palma. Estas casas son utilizadas como espacio comunitario para reuniones, rituales y celebraciones.
Por otro lado, los bohíos son casas tradicionales de los indígenas de diversas regiones de América Latina, especialmente en México y Centroamérica. Estas viviendas son construidas con materiales sencillos como palos, cañas y hojas de palma tejidas. Los bohíos suelen tener forma cónica o rectangular y son utilizados como vivienda familiar.
Finalmente, las ranzas son construcciones típicas de algunas tribus amazónicas, especialmente en Brasil. Estas casas son construidas sobre plataformas elevadas para protegerse de las inundaciones y son hechas de madera y paja. Las ranzas suelen tener una estructura rectangular y son utilizadas como viviendas familiares y espacios de almacenamiento.
La vivienda en la selva es muy diferente a la de otros lugares. En lugar de construir grandes estructuras de concreto o ladrillo, las personas que viven en la selva suelen habitar casas tradicionales hechas de materiales naturales como la madera y la hoja de palma.
Estas casas suelen ser simples y resistentes, adaptadas al entorno selvático. La madera utilizada para construir las casas se selecciona cuidadosamente para asegurar su calidad y resistencia, ya que debe soportar las condiciones climáticas y la presencia de insectos y animales salvajes.
La forma de las casas en la selva también difiere de las tradicionales. Se utilizan techos inclinados para permitir que la lluvia se escurra rápidamente y evitar filtraciones. Además, las casas suelen estar elevadas del suelo, con el fin de protegerlas de las inundaciones y facilitar el flujo del aire.
En el interior de estas casas, los espacios suelen ser abiertos y cómodos. Las habitaciones suelen ser amplias y no hay muchas divisiones, lo que favorece la circulación del aire y la entrada de luz natural. Además, las casas suelen contar con ventanas grandes que permiten disfrutar de las vistas a la selva y permiten la entrada de la brisa fresca.
En cuanto al mobiliario, se utiliza principalmente muebles de madera y elementos decorativos naturales como las fibras vegetales y las conchas marinas. Todo esto contribuye a crear un ambiente acogedor y en armonía con la naturaleza.
En resumen, la vivienda en la selva se caracteriza por su sencillez, resistencia y adaptación al entorno. Las casas están construidas con materiales naturales, tienen techos inclinados y suelen elevarse del suelo. En su interior, predominan los espacios abiertos y cómodos, con muebles de madera y elementos decorativos naturales.
Las casas de la selva peruana reciben diferentes nombres dependiendo de la etnia indígena que las habite. Algunos de estos nombres son malocas, tambos, ranchos, chozas, entre otros.
Las malocas son grandes estructuras construidas por los pueblos indígenas amazónicos. Estas casas son elaboradas con materiales de la zona como el barro, la madera y las hojas de palma. Las malocas suelen ser espaciosas y altas, ya que pueden albergar a varias familias.
Por otro lado, los tambos son viviendas más pequeñas que los pueblos indígenas construyen para su uso personal o para albergar invitados. Estas casas son generalmente más sencillas y están hechas principalmente de madera.
Los ranchos son estructuras temporales hechas de ramas y hojas que se usan para protegerse del sol, la lluvia y los insectos. Estas casas de la selva son construidas rápidamente y son ideales para los viajeros o aquellos que pasan poco tiempo en la selva.
Finalmente, las chozas son casas pequeñas de estilo tradicional, hechas con materiales naturales y diseñadas de manera sencilla. Estas viviendas son utilizadas tanto por los pueblos indígenas como por los habitantes rurales de la selva.
En conclusión, las casas de la selva peruana tienen diversos nombres como malocas, tambos, ranchos y chozas. Estas viviendas reflejan la adaptación de los habitantes de la selva a su entorno, utilizando materiales naturales y técnicas tradicionales en su construcción.